Tal vez escucharon nombrar a los metadatos; estos son información adicional sobre los datos. Por ejemplo, en una foto, nos permitirían saber el tipo de extensión del archivo, el tamaño y la fecha de creación, entre otros.
Sucede que frecuentemente son utilizados por los ciberdelincuentes para obtener información acerca de una víctima. Para poder entender un poco mejor qué son exactamente los metadatos y cómo podrían ocasionar la fuga de información, los vamos a ilustrar con imágenes.
La siguiente parece una simple y ordinaria foto, ¿verdad?:
Se puede ver a un simpático patito, posando para nuestra prueba de concepto en las oficinas de ESET Latinoamérica. Pero lleva consigo mucha información que a simple vista no advertimos.
¿Una foto habla más de la cuenta?
Si no se toman los recaudos necesarios, sí: esta simple foto podría entregar información muy sensible a un atacante.
A continuación veremos qué información trae escondida nuestro “amiguito” amarillo:
Entre muchos otros datos se puede advertir, en primer lugar, la marca y el modelo del dispositivo con el que fue tomada la fotografía, y en segundo lugar, la fecha y hora exactas. La siguiente captura lo muestra en detalle:
Este tipo de información podría parecer simple y poco sensible, pero podría simplificarle las cosas a un atacante, ya que al saber el tipo de dispositivo que usa su posible víctima, podrá buscar los exploits adecuados, por ejemplo. En la captura anterior también puede observarse la versión de sistema operativo, lo cual lo conducirá a saber qué vulnerabilidades podrían afectar al equipo.
Sin embargo, la información más sensible en este caso es la ubicación geográfica, que revela la ubicación exacta del usuario:
Teniendo en cuenta la amplia conectividad móvil disponible hoy en día, es frecuente que las personas se saquen fotos estando de vacaciones y las suban a las redes sociales. Con esta información de GPS, un cibercriminal podría saber que quien tomó la foto está fuera de su casa.
Aprovechando los servicios gratuitos disponibles en Internet, como por ejemplo Google Maps, se pueden colocar las coordenadas para encontrar la ubicación en un mapa, como se muestra a continuación:
No des tanta información
Podemos concluir entonces que los archivos subidos a la nube pueden decir más de lo que se ve a simple vista. Este tipo de fuga de información puede evitarse, sólo hay que tomarse unos pocos minutos para realizar las configuraciones correspondientes.
Créditos imagen: ©PHansen/Wikimedia Commons
Autor Ignacio Pérez, ESET